Síndrome de Tourette (ST)

El Síndrome de Tourette es una afección neruopsiquiatrica, esta se caracteriza por la aparición de movimientos o contracciones involuntarias que surgen de forma repetitiva e intensa siendo difícil controlarlos.

Pueden ser motores o vocales y son denominados como tics. Mayormente tiene su aparición en la infancia donde su pico se presenta entre los 6 y 12 años edad y desaparece en la adultez, no obstante, aproximadamente el 20% de los pacientes persiste con los síntomas en la adultez.

Muchas veces se cree que por tener un tic la persona sufre de Síndrome de Tourette, no obstante, el ST se define no solo por la presencia de un tic, sino de varios tanto motores como vocales, y estos son complejos lo que quiere decir que se presentan dos o más tics simultáneamente involucrando varios músculos del cuerpo.

Hay personas que pueden controlar los tics temporalmente para no llamar la atención socialmente y poder encajar, sin embargo, posteriormente tendrán la necesidad de dejar que los tics se expresen

Socialmente se piensa que este síndrome es caracterizado por la coprolalia (emitir obscenidades o palabras vulgares de forma involuntaria) cuando realmente esto solo sucede en una persona de diez que han sido diagnosticadas con el Síndrome de Tourette.

Curiosamente el ST es más frecuente en hombres que en mujeres, la frecuencia indica que de 4 personas que lo tengan 3 corresponden al sexo masculino y 1 corresponde al sexo femenino.

Síntomas del Síndrome de Tourette (ST)

• Dificultad para controlar movimientos o espasmos motores y vocales
• Presencia de múltiples tics motores y uno o más tics vocales
• Frecuencia de los tics varias veces al día casi todos los días durante más de un año
• Aparición de los tics antes de los 18 años de edad
• Los tics no se deben a efectos de alguna sustancia (drogas, alcohol, estimulantes, entre otros) y tampoco son consecuencias de alguna lesión cerebral u otras enfermedades como la Corea de Huntington

Causas del Síndrome de Tourette (ST)

A pesar de la creencia de que el Síndrome de Tourette deviene de causas psicológicas realmente su origen es genético, donde la alteración proviene del sistema nerviosa central.

Suele ocurrir que momentos de estrés, ansiedad o angustia agraven las crisis donde se presentan los tics, pero estos tienen su origen en la alteración biológica ya que incluso se ha demostrado que este síndrome es hereditario.

“Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, lóbulos frontales y corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas”

https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/sindrome_de_tourette.htm

Impacto psicosocial para el individuo 

El malestar que esta condición puede originar en el individuo está más relacionada a la idea de no ser aceptado socialmente que el mismo control de los tics. Al no tener una compresión de este diagnóstico y ser poco frecuente, el individuo puede sentirse aislado o marginado. Este hecho puede ocasionar que la persona además del Síndrome de Touretee padezca otros malestares.

Asimismo, hay muchos mitos sobre el ST y con ello el estigma social, donde se piensa que aquellos que lo tienen necesitan condiciones especiales, no tienen la misma capacidad mental que los individuos que no lo padecen o inclusive que son groseros o no controlan los movimientos porque no quieren.

Las personas con Sindrome de Tourette pueden vivir una vida satisfactoria y ser igual de capaces que los otros en lograr sus objetivos y metas tanto profesionales como personales, pero es importante que reciban una psicoeducación adecuada sobre esta condición para desmitificar los estereotipos asociados al diagnóstico junto con los tratamientos del mismo.

Con cuales otras afecciones puede coexistir

Los individuos que padecen ST sufren a nivel emocional al sentir discriminación y burla por los otros ante su condición, también les genera malestar no sentirse como las demás personas que no lo padecen. En este sentido, además de los predisponentes fisiológicos, las condiciones del entorno y el estado emocional del individuo puede aumentar la probabilidad de lidiar con las siguientes afecciones:

• Trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH)
• Problemas de conducta o comportamiento
• Ansiedad
• Discapacidad en el aprendizaje
• Déficits en habilidades sociales y funcionamiento social
• Trastornos del sueño
• Dificultades en el procesamiento sensorial
• Déficits en habilidades sociales y funcionamiento social

Tratamiento del Síndrome de Tourette en España

El Neurofeedback es uno de tipos de tratamientos que se ofrecen en España: esta técnica regula las ondas cerebrales en las áreas con alto nivel de excitabilidad asociadas al Síndrome de Tourette. Luego de regular la excesiva actividad cerebral de dicha área se han observado cambios importantes en el comportamiento y estado animo de la persona.

El neurofeedback, además, ha demostrado ser efectivo en las otras afecciones que pueden surgir con el Síndrome de Tourette mejorando el rendimiento cognitivo, problemas de conducta, déficit de atención, conductas obsesivas y por último ha tenido resultados positivos disminuyendo la ansiedad, estrés y depresión en individuos que padezcan el diagnóstico.

Brainspotting: desarrolla fortalezas emocionales y pensamientos saludables alternativos ante el malestar que ha implicado padecer el Síndrome de Tourette tales como la ansiedad, depresión, hiperactividad, ira y obsesiones.

Terapia Cognitivo conductual: Este se aplica mediante la terapia de reversión al hábito, es una técnica completa que aborda varias esferas. El objetivo de la misma es que el individuo identifique que en momentos es más probable que aparezcan los tics y reciba un entrenamiento de cómo frenarlos empleando una conducta alternativa.

Medicación: Si bien se puede medicar hay muchos medicamentos que tienen efectos secundarios y a veces no son tan recomendados, es por esto que se prescriben cuidadosamente y se utilizan juntos con otros tratamientos como los mencionados anteriormente. Suelen ser medicamentos que bloquean o disminuyen la dopamina, inhibidores adrenérgicos, antidepresivos, anticonvulsivos y medicamentos para controlar el déficit de atención con hiperactividad.