Una de las preguntas que más nos podemos llegar a hacer es ¿Soy un comedor compulsivo? Esto no tiene nada que ver con ser gordo o delgado, es tener un problema con la comida.
Cuando estas ansias nos controlan y no podemos hacer nada para evitarlo, ya sea en pequeñas o grandes cantidades de alimento.
Es cierto que es saludable comer, sobre todo ciertas comidas, pero como todo en la vida, los excesos no son buenos. Esto puede llegar a derivar no solo en problemas físicos, también mentales.
Por lo que, si estás notando que estás entrando en este círculo, nuestro psicólogo online estará siempre disponible para ti, para ayudarte en todo lo que pueda y conseguir así descubrir la raíz del problema. Ahora, vamos a hablar en detalle sobre el tema.
¿Qué significa ser un comedor compulsivo?
Ser un comedor compulsivo implica la ingesta excesiva de alimentos, a menudo de manera descontrolada y sin saciedad. Este comportamiento puede ir acompañado de sentimientos de culpa, vergüenza y ansiedad.
Estas son las principales señales:
- Comer en secreto: Ocultar hábitos alimenticios debido a la vergüenza.
- Rápida ingesta: Consumir grandes cantidades de alimentos rápidamente.
- Falta de control: Sensación de no poder detenerse durante una comida.
- Sentimientos de culpa: Experimentar remordimientos después de comer compulsivamente.
- Relación emocional con la comida: Utilizar la comida como una forma de lidiar con emociones negativas.
Muchas veces podemos confundirlo con el tratamiento para la adicción a la comida, y es cierto que es similar, pero tiene algunas variantes.
En todo caso, si notamos cualquiera de estos síntomas, tenemos que ponernos en manos de profesionales.
Reflexiona sobre tus patrones alimenticios
Ahora bien, con todo lo anterior explicado, debemos de reflexionar sobre una dieta para ser feliz y también en que podemos hacer para mejorar.
Mantener un diario alimenticio y emocional puede ayudarte a identificar patrones, desencadenantes emocionales y sentimientos asociados con la comida. Esto proporcionará una visión más clara de tus hábitos alimenticios.
Hazte preguntas sinceras sobre tus hábitos alimenticios. ¿Comes cuando no tienes hambre? ¿Sientes una falta de control durante las comidas? Ser honesto contigo mismo es esencial para comprender mejor tu relación con la comida.
Una vez que tenemos todas estas preguntas y cuestiones resueltas, es cuando tenemos que ponernos en marcha.
Así que a la pregunta ¿Soy un comedor compulsivo? Solo tú puedes responder, pero te aseguramos que vas a tener una mano amiga en todo momento para ayudarte a superarlo.