Trastorno de conducta alimentaria en navidad

Cuando se habla de un trastorno psicológico o mental se hace referencia a una alteración del estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento normal de la persona incidiendo principalmente en su cotidianidad (DSM-V).

Uno de los trastornos que se ha estudiado con mayor prevalencia en la actualidad es el  trastorno de la conducta alimentaria, el cual se define como una conducta alterada ante la ingesta de alimento, es decir que la persona presentar un comportamiento distorsionado de la alimentación y una extrema preocupación por la autoimagen y el peso corporal. Se clásica en:

• Anorexia nerviosa
• Bulimia nerviosa
• Trastorno de conducta alimentaria no especificado

De acuerdo a la OMS (Organización Mundial para la Salud) los trastornos de conducta alimentaria representan uno de los problemas de salud más importante de la humanidad por el número de muertes que ha ocasionado.

Este trastorno generalmente aparece durante la adolescencia o adultez temprana, pudiendo también desarrollarse  durante la niñez o la adultez avanzada, sin embargo las mujeres jóvenes presentan una mayor probabilidad de desarrollarlo (Vargas, 2013).

Los trastornos psicológicos de este tipo se desencadenan por lo general antes situaciones estresantes o ante las cuales la persona no cuenta con las herramientas necesarias para hacerle frente. La navidad puede ser descrita como una situación desencadenante de elevados niveles de tensión que se derivan en un trastorno de estrés significativo, y este a su vez actúa como desencadenante de problemas como los trastornos de conducta alimentaria.

En las fechas navideñas la comida resulta ser un acto central, por la cantidad de platos típicos propios de las costumbres decembrinas. Es por ello que a pesar de ser la navidad una de las épocas más esperadas del año, que implica unión y compartir en familia, se convierte en una tortura para aquellas personas afectadas por un trastorno de la conducta alimentaria, ya que lo exacerba de forma significativa. Pueden presentar:

Síntomas de trastorno de conducta alimentaria en navidad:

• Relación problemática con la comida
• Distorsiones cognitivas (“Todo esto engorda”, “Cuando se va a acabar la navidad”, “No voy a poder comer nada”, “Todos me estarán mirando”, “Si empiezo a comer, no voy a poder parar”, “Odio la navidad”, “Si como dulce voy a tener que vomitar”.)
• Elevados niveles de tensión ante la cena familiar
• Reacciones fisiológicas como: sudoración excesiva, aceleración del ritmo cardiaco ante situaciones que se relacionen con la comida
• Vómitos
• Pérdida significativa de peso o desnutrición
• Sentimientos de culpa
• Aislamiento
• Sentimientos de rechazo hacia el propio cuerpo
• Inseguridad o sobre exigencia
• Miedo irracional a engordar
• Baja autoestima
• Ideación suicida

Ejemplo 1 de trastorno de conducta alimentaria en navidad:

Milagro de 27 años de edad ante situaciones que este directamente relacionada con la comida como: hacer las hallacas, preparar la cena navideña, hacer tortas o dulces propios de la fecha, presenta aceleración del corazón, sudoración, nauseas, piensa “Voy a engordar”, “Que asco la comida”, “Quiero que termine se acaben estos días”, “Quiero que se vayan mis familiares”, “Estoy gorda”. Ante esta situación suele encerrarse en el cuarto o salir a caminar, solo por el hecho de estar lejos de la comida”

Ejemplo 2 de trastorno de conducta alimentaria en navidad :

María de 29 años de edad, viaja a casa de sus padres para pasar navidad. Actualmente se encuentra en tratamiento psicológico por presentar trastorno de ansiedad. Tiene pensamientos como “Hace casi un año que no veo a mis amigos, sé que cuando me vean dirán que cogí unos kilitos”, “Debo salir a trotar todas las mañanas”, “Si ceno en nochebuena y nochevieja al día siguiente no desayuno”. Cuando esta frente la comida se le acelera el corazón y le sudan las manos. Intenta estar lo más lejos que pueda de la comida.

Causas de trastorno de conducta alimentaria en navidad

El origen de este trastorno es multifactorial, es decir que incluye factores psicológicos y sociales en su mayoría, y biológicos.

A nivel psicológico, por lo general tiene relación con trastornos psicológicos como la depresión, ansiedad, abuso de sustancias (drogas o alcohol). A nivel biológico, parece existir una alta relación con los factores genéticos, anormalidad en la función del hipotálamo y una disminución de neurotransmisores como noradrenalina, serotonina, dopamina, los cuales actúan en el sistema de la regulación del estado de ánimo, las sanciones de placer y saciedad, el estado de alerta, motivación y la vigilia.

El nivel social es uno de los factores que mayor influencia tiene en el desarrollo de este trastorno, pues la apariencia corporal está altamente vinculada a los estereotipo de belleza o lo que se considera adecuado socialmente. En otras palabras, la cultura y creencias son factores determinantes en cuanto a la aparición de esta conducta. Generalmente se considera que el ideal de belleza debe ser la delgadez. Es decir, que el desarrollo de cualquier trastorno alimenticio viene determinado en gran medida por el ambiente en el que se desarrolla la persona, donde se incluye las creencias, actitudes, costumbres, entre otros. (Vargas, 2013).

Otros estudios han encontrado una relación directa con personas que han formado parte de equipos deportivos reconocidos, personas con antecedentes familiares con trastorno de conducta alimentaria, ansiedad o depresión y/o antecedentes de obesidad en la niñez, abuso sexual o maltrato físico, ruptura conyugal de los padres, aumento rápido de peso, críticas sobre el cuerpo, aumento de la actividad física e inicio de dieta, entre otros.

Tratamiento de trastorno de conducta alimentaria en navidad

La terapia psicológica con enfoque cognitivo conductual ha sido utilizada ampliamente en personas con problemas de conducta relacionados a la alimentación. Esto debido a que las técnicas empleadas buscan modificar el problema en sus tres modalidades de presentación: Fisiológico, cognitivo y conductual, ofreciendo resultados positivos a corto y mediano plazo.

• Psicoeducación: La mayoría de las persona presenta un enorme desconocimiento de los trastornos psicológicos y de cómo estos afectan la vida diaria. Es por ello que contar con una orientación profesional en estos casos resulta necesario ya que esta técnica busca informar a la persona afectada y a sus familiares más cercanos todo en relación al problema o trastorno psicológico que presenta, con el fin de lograr un ambiente armónico familiar, porque muchas veces las personas no comprenden lo que les sucede y esto puede generar sentimientos de frustración y de culpa tanto en ella con en su entorno familiar.
• Autocontrol: Esta técnica busca dotar al individuo de herramientas que le permitan controlar y guiar su propio cuerpo, sea mediante la relajación, la respiración o el control de pensamientos. Con el fin de que al momento de presentarse elevados niveles de tensión ante las situaciones descritas, la persona pueda regular el mismo y conseguir un equilibrio corporal, emocional y cognitivo.
• Control de pensamientos: Esta técnica se basa en el principio de que los pensamientos influye en las emociones y el comportamiento del individuo, de tal forma que al modificar los pensamientos distorsionados se puede modificar la respuesta conductual problemática o desajustada. En este tipo de trastorno las personas suelen presentar una serie de pensamientos distorsionados que lleva a la repetición de conductas erróneas, por ejemplo el aislamiento o dejar de comer, es por ello que modificar esos pensamientos resulta indispensable para observa el cambio conductual esperado.

Los avances de la terapia psicológica le han permitido posicionarse como una herramienta adecuada para abordar problemas psicológicos utilizando el cerebro y la tecnología, entre ellas el Neurofeedback. Técnica no invasiva, que permite la modificación de patrones de conductas disfuncionales de la actividad cerebral. Es un tipo de electroencefalograma que recoge la información mediante las ondas cerebrales; y a través de ella se puede influir en los estados emocionales, la relajación y la concentración de la persona (Fajardo y Guzmán, 2016).