El amor romántico presente en los vínculos de parejas se caracteriza por la intimidad, pasión, compromiso, sentimientos de anhelo de hacia el otro incluyendo deseo emocional y sexual, percibir a la otra persona como especial e ideal y una gran preocupación hacia el otro.
El sentido de identidad y autovaloración se logra en gran medida a través de sentimientos de intimidad con otros y una fuerte fuente de intimidad son las relaciones románticas. No obstante, esta búsqueda de intimidad puede traer consigo rechazo y traición. Es por esto que la pérdida de una relación íntima implica un proceso largo y difícil de afrontamiento y se genera la pregunta ¿como superación de pareja?.
El concepto de sí mismo se desestructura al experimentar la ruptura amorosa, dado que la relación de pareja incluye rutinas, preferencias, elecciones, identidades aprendidas durante el vínculo. Cuando el vínculo se termina la persona debe reorganizar sus rutinas, gustos y nuevas respuestas en la vida que modifican el autoconcepto. En este sentido implica un alto costo afectivo, cognitivo y comportamental.
El duelo por ruptura amorosa
El duelo son todas reacciones emociones, conductuales y cognitivas después de haber vivenciado una pérdida importante, esta puede ser el fallecimiento de un ser querido, la perdida de una casa, la ruptura amorosa, entre otros.
La finalización de la relación romántica implica la vivencia de un proceso de duelo. El proceso de duelo por el fallecimiento de la pareja y el de la ruptura de la relaciones maritales y no maritales tienen aspectos similares.
Estos factores en común son los pensamientos intrusivos y la dificultad para controlarlos, insomnio, pérdida de interés en las actividades personales, sentimientos de soledad, dificultades para aceptar la ruptura, amargura, angustia, dolor y tristeza.
Otros aspectos en común son la rabia, dificultad para confiar en otros, perder el interés por el bienestar de los otros, sentí envidia hacia las parejas que no han experimentado la ruptura amorosa y evitar situaciones o elementos relacionadas a la pareja.
Fases del duelo de la ruptura amorosa
- Negación: en esta fase la persona tiene el anhelo de poder volver con la pareja y efectúa conductas orientadas a lograr la reconciliación. La persona comienza a pensar de forma repetitiva que pudo haber pasado para que terminaran. Se experimenta, desespero, frustración, ansiedad, culpa, angustia y tristeza.
- Hostilidad: Se experimenta rabia y hostilidad hacia al otro, la persona puede experimentar ganas de chantajear a la expareja o vengarse. La persona también se aísla y evita a otras personas lo que fomenta sentimientos de tristeza y culpa, la persona también puede presentar cambios en el apetito.
- Desesperanza: En esta fase hay emociones intensas como desesperación, frustración, ansiedad, decepción, resignación, desilusión. La persona también experimenta la pérdida de placer, de entusiasmo, calma y tranquilidad.
- Pseudo-aceptación: Se experimentan sentimientos y pensamientos de desprecio hacia la ex pareja. Están presenten los sentimientos de resignación, donde ya no hay nada que hacer; y la persona acepta las distintas razones de la ruptura lo que también conlleva a sentir decepción y desilusión hacia el otro.
Tratamiento para ruptura amorosa
Intervención cognitivo conductual:
La ruptura amorosa al representar no solo el dolor de la perdida querido sino también al representar cambios en la vida, en los proyectos a futuro, necesita de un tipo de intervención que pueda potenciar al individuo en todos los aspectos de su vida y pueda obtener un aprendizaje. Entre las técnicas que cuenta la psicología cognitivo conductual se encuentran:
- Psicoeduación: es importante educar al individuo sobre la experiencia emocional que está experimentando como es el duelo por ruptura amorosa, de esta forma disminuir sentimientos de desesperanza y frustración ante la posibilidad de superarlo.
- Reconocer emociones y el dolor de la pérdida: Crear un ambiente de apertura y empatía donde la persona pueda expresar toda tristeza, malestar, rabia que pueda estar experimentando. De esta forma poder dar pasos a las soluciones.
- Reestructuración cognitiva: Entrenar al individuo en desarrollar creencias saludables que le permitan aprender de la ruptura amorosa y superarla. Esto implica modificar aquellas creencias que aumentan el dolor y las conductas desadaptativas “jamás volveré a encontrar a alguien” “ya no poder ser feliz” “no soy suficiente” son creencias que obstaculizan superar la pérdida por eso se emplea el enteramiento en reestructuración cognitiva, para modificar esas creencias por otras más saludables y adaptativas.
- Desarrollo de estrategias de afrontamiento y resolución de problemas: Se entrena al individuo a desarrollar estrategias de afrontamiento positivas y efectivas ante los malestares emocionales y dificultades. Esto permitirá que pueda solucionar los problemas de su vida cotidiana de una forma satisfactoria.
- Desensibilización frente al sujeto perdido: Luego de que se disminuye la congestión emocional se expone al individuo a estímulos de forma progresiva que han sido evitados ya que le recuerdan a su expareja.
- Fortalecimiento de la red de apoyo: Crear nuevas conductas y planes que permitan retomar vínculos o crearlos, que le generen satisfacción al individuo y mayor calidad de vida.
- Cambio de hábitos: Modificar conductas que no generen satisfacción al individuo y crear una rutina de vida la cual este conformada por actividades y elementos gratificantes y saludables.
Asimismo, otras técnicas que hacen gran equipo con la intervención cognitivo conductual son el Neurofedback y Brainspotting, estas técnicas pueden intervienen en el funcionamiento cerebral, específicamente, en las áreas que estén asociadas a los malestares de la ruptura amorosa (como la tristeza profunda, ansiedad, angustia, desesperación) modificando esta actividad cerebral ocasionando que el individuo se sienta mejor y con más capacidades para afrontar su vida diaria.
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