Muchos os preguntaréis sobre el iceberg emocional, que es y porque es tan importante. Solo para empezar, digamos que es una metáfora con respecto a quienes somos. Aunque, vamos a detallarlo y explicarlo con más detalle más adelante.

Antes de empezar, si estamos notando un problema emocional, si nos sentimos alicaídos o con alguna clase de problema. No dudéis en poneros en contacto con nuestro equipo de profesionales, los cuales, a través de nuestra web, podréis consultar todos sus servicios.

Desde problemas con la pareja hasta trastornos, si en algún momento sentís que necesitáis una mano amiga, nosotros os la ofreceremos. De forma profesional y especializado a cada uno de nuestros pacientes.

¿Qué es el iceberg emocional?

Esta es una de las figuras más importantes a la hora de conocer la personalidad de un paciente o incluso la propia. De qué clase de comportamiento tenemos, los sentimientos, como nos expresamos y como nos relacionamos.

Es casi como si nos llegáramos a clasificar de alguna manera, es decir, conocer nuestras habilidades, valores, nuestra propia identidad y los propósitos que tenemos en la vida.

Prácticamente, es conocernos en profundidad.

Esto es importante, tanto si queremos hacernos una evaluación, como si queremos cambiar ciertos aspectos de nuestra vida.

Tanto podemos ver las cosas buenas como las manos, llegando incluso a cómo mejorar la inestabilidad emocional o como nos llegamos a relacionar con los demás, si es que tenemos algún problema.

¿Es importante el conocer nuestro iceberg emocional?

En resumidas cuentas, sí, es importante el conocerlo. Ya que, habremos escuchado muchas veces la frase “Me gustaría cambiar X aspecto de mi personalidad, pero no puedo”.

Este método, el conocer exactamente ese aspecto, nos da el poder cambiarlo y ser como nosotros queremos ser.

Si notamos algunos cambios que no nos gustan, ya sea de carácter o de cómo nos hacen sentir.

Con esfuerzo y una guía profesional, todo se puede modificar para obtener la actitud deseada y buscada.

Por supuesto, esto debe de ser algo voluntario, algo que queremos hacer y tenemos el propósito de cambiar. Por lo que, el acudir a los profesionales para que nos hagan una revisión y se pueda crear este planteamiento es algo importante.

A través del iceberg emocional, se pueden trabajar muchos aspectos de nuestra personalidad y emociones, mejorando las habilidades o incluso encontrando unas nuevas. Conocernos es el primer paso de saber cómo queremos evolucionar y de hacer los cambios que creamos necesarios.

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