La personalidad evitativa se caracteriza por tener un patrón de comportamiento socialmente distante, tiende a sentirse incompetente y autoevaluarse negativamente. El mismo comienza desde edades tempranas de la adultez.

Síntomas de la personalidad evitativa

Se manifiesta al presentar al menos cuatro de los siguientes signos:

  •         Evita las actividades laborales que implican un contacto interpersonal significativo por miedo a la crítica, la desaprobación o el rechazo.
  •         Se muestra poco dispuesto a establecer relación con los demás a no ser que esté seguro de ser apreciado.
  •         Se muestra retraído en las relaciones estrechas porque teme que lo avergüencen o ridiculicen.
  •         Le preocupa ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
  •         Se muestra inhibido en nuevas situaciones interpersonales debido al sentimiento de falta de adaptación.
  •         Se ve a sí mismo como socialmente inepto, con poco atractivo personal o inferior a los demás.
  •         Se muestra extremadamente reacio a asumir riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades porque le pueden resultar embarazosas.

Factores predisponentes

Se considera que las personas con este estilo de personalidad tienen una base de sobreactividad fisiológica ante los cambios ambientales, lo que aumenta los miedos sociales. Hay una base biológica hipersensible ante los cambios lo que genera gran ansiedad,  estrés y sensación de peligro inclusive en situaciones favorables.

El estilo de crianza rigurosa y autoritaria o negligente también puede crear patrones de comportamiento evitativos y miedosos. Padres distantes, sobreprotectores, controladores, indiferentes, poco cálidos y coercitivos generan este tipo de comportamiento en el individuo

Relaciones familiares carentes de afectos y en un ambiente restrictivo bloquean el desenvolvimiento emocional y social del individuo. Estilos de crianza enfocados en la preocupación excesiva por la interacción social, sobreprotección y evaluación negativa generan trastornos de ansiedad, los cuales están presentes en la personalidad evitativa

Asimismo la vivencia de algún suceso traumático para el paciente puede desencadenar la evitación como forma de vida. Por ejemplo haberse desenvuelto en un ambiente familiar cálido y haber tenido experiencias enjuiciadoras y agresivas en las interacciones con el exterior, como por ejemplo, experiencias sociales asociadas a la burla

De igual forma, poca interacción con otras personas de la misma edad influencia en el pobre desarrollo de las habilidades sociales

Comorbilidad con otras afecciones

El trastorno de personalidad evitativo se relaciona en gran magnitud con los trastornos de ansiedad tales como los ataques de pánico, agorafobia, fobia social y ansiedad generalizada. Este tipo de trastorno también se relaciona con el trastorno de personalidad dependiente.

¿Cómo combatir la personalidad evasiva?

La mejor forma de lidiar con las limitaciones que conlleva este tipo de personalidad es buscar asistencia psicológica. La terapia cognitivo conductual es de gran ayuda en los trastornos de personalidad, su eficacia ha sido notable.

Mediante este enfoque se trabajan las formas de pensamiento, se lleva a cabo la reestructuración cognitiva. La persona evitativa tiene pensamientos irracionales referente a sus miedos, mediante esta técnica se abordan y se modifican dichos pensamientos por otros adaptativos y funcionales..

 Asimismo, se entrena a la persona en relajación progresiva y solución de problemas, de esta forma la persona pueda tener herramientas para enfrentarse a la sensación de ansiedad y a su vez tener la herramientas para solventar las dificultades que refuerzan esta forma de ser.

De igual manera, mediante la terapia cognitivo conductual el individuo adquiere capacidades para gestionar sus emociones e identificar que estímulos evocan la conducta evitativa y combatirlos

Otra forma de tratamiento es el entrenamiento en Neurofeedback, este tipo de terapia se caracteriza por sus resultados eficaces de forma permanente, esta técnica consiste en entrenar al cerebro (de forma no invasiva) para optimizar su actividad. La persona evasiva sufre de gran ansiedad y miedo, por lo que hay una sobreactividad cerebral referente a estas respuestas, mediante el neurofeedback se entrena al cerebro a regular dicho comportamiento mejorando el funcionamiento. Esto tiene como resultado disminuir la angustia, el estrés, la sensación de vulnerabilidad y peligro, así como también le brinda al individuo mejores capacidades y habilidades para lidiar con los percances de la vida diaria.

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