El trastorno por excoriación o dermatilomanía es la necesidad incontrolable de tocar, rascar, frotar, restregar, friccionar, apretar, morder o excavar de forma repetitiva y persistente la piel, ya sea con las uñas, dientes o herramientas como pinzas y agujas. Se acompaña de una sensación de alivio y gratificación una vez realizada la conducta.

Las personas diagnosticadas con esta condición no solo invierten mucho tiempo en el rascado de la piel sino también en la observación y ocultamiento (con maquillaje o vendas) de la zona afectada.

Estas lesiones se centran en zonas de fácil acceso a las manos, como cara, brazos, antebrazos, espalda, muslos, piernas. Es frecuente que en la cara estén asociadas a acné. Otras alteraciones comúnmente observadas son: onicofagia, tricotilomanía, succión labial, mordeduras de la mejilla, Opresión y espasmos involuntarios de los párpados, entre otros.

 

Causas de la dermatilomanía 

Esta conducta puede ocurrir en cualquier momento del día, sin embargo hay situaciones emocionales facilitadoras de la conducta como estrés, tristeza, rabia, aburrimiento y ansiedad,  o situaciones específicas como hablar por teléfono, estar en cama, leer, ver televisión, tomar un baño, entro otras.

La edad de inicio de la dermatilomania varía de forma importante y puede iniciarse temprano en la infancia, la adolescencia o instaurarse en la vida adulta en concurrencia con otra condición dermatológica como por ejemplo el acné. Las personas que tienen esta condición no son conscientes de tal conducta y se presenta con mayor frecuencia en mujeres.

Existe una importante asociación del trastorno por excoriación con otros trastornos psiquiátricos; los más frecuentes son trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastorno por estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico corporal y la tricotilomanía

Consecuencias de la dermatilomanía

Como consecuencia del constate rasgado se observa un enrojecimiento y desgaste de la piel, con forma circular generalmente y bien delimitada, pueden producirse lesiones cutáneas como cortes, sangrado y hematomas las cuales suelen complicarse con diversas infecciones, incluso llegar a formar una celulitis y requerir manejo con antibiótico o quirúrgico.

Estas lesiones dejan cicatrices definitivas y deformantes, daño estético y emocional importante, pues ocasionan vergüenza y culpa en los pacientes, lo que les lleva a utilizar prácticas de camuflaje, como maquillaje, prendas de vestir o vendajes que cubran el área afectada por el rascado. Asimismo, puede causar aislamiento social.

 

Tratamiento de la dermatilomanía 

Farmacológico

El tratamiento para la dermatilomanía son los antidepresivos, tanto tricíclicos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), con buena respuesta en relación a placebo, entre ellos paroxetina, clomipramina, olanzapina, pimozide, naltrexona, entre otros.

Tratamiento cognitivo-conductual

Por otra parte, la intervención no farmacológica más estudiada es la psicoterapia cognitivo-conductual. Entre sus técnicas están:

  • La terapia conductual de reversión de hábito (TRH): es un procedimiento dirigido al tratamiento de hábitos nerviosos y tics, en el supuesto de que los hábitos persisten debido a la cadena de respuesta que se pone en marcha ante una escasa conciencia de la conducta, una práctica excesiva de ésta y la tolerancia social hacia ellas.
  • Reestructuración cognitiva: A nivel cognitivo, se entrena al paciente en la identificación de los pensamientos recurrentes que puedan estar asociados a los episodios de la conducta de rasgado incontrolada y a modificarlos por otros funcionales, que le permitan afrontar las situaciones generadoras de dicha conducta.
  • Relajación: Su objetivo es que a través de la tensión muscular se puede disminuir la ansiedad, ya que un individuo experimentara una confortante y marcada reducción de la tensión sentida si puede lograr que los músculos tensos se aflojen y se pongan flácidos. De esta la persona puede aprender a tener control sobre su cuerpo.

Por otro lado, el neurofeedback puede resultar una técnica adecuada para tratar este trastorno ya que busca un aprendizaje que permite cambiar la amplitud y frecuencia de los componentes electrofisiológicos u ondas propias del cerebro, y de esta manera mejorar el bienestar físico y emocional de la persona.

como curar la dermatilomanía

Somos Psicólogos españoles expertos en tratamientos de dermatilomanía

Rate this post
Llamar ahora (tel 24H) 2 3 4 5 6 7