Si fuiste mamá o papá hace poco, es muy probable que tu pequeño se esté acercando a su primera vuelta al sol y con ello, llegan las rabietas del bebé con 1 año. Y es que, los tres primeros años de edad se hacen bastante duros, sobre todo cuando empiezan con los 15 y los 16 meses.

Antes de empezar con los consejos, desde Elite Psicólogos, queremos recordar que los berrinches son algo que se debe afrontar como padres durante las distintas etapas de desarrollo aunque sea el más tranquilo y calmado.

Por lo que, sea como fuere, es muy probable que tengas que enfrentarte a los enfados , no obstante, podrás sobrellevarlo muy bien gracias a los siguientes consejos.

En adultos, disponemos de nuestra terapia de neurofeedback para los problemas emocionales que ayudan al autocontrol sin medicación.

Berrinches de un niño de un año y posibles sus causas

Algunas de las causas más comunes de un enfado de esta edad son manifestaciones de los primeros deseos de cumplir sus gustos, no obstante, llegará un punto que empezarán a aprender a tolerar la frustración dándonos la oportunidad de poder establecer límites poco a poco.

No obstante, a continuación, te vamos a dar una lista de las causas más comunes que lo provocan en los pequeños:

  • Querer hacer algo que no está permitido
  • Querer hacer algo que no pueden
  • No saben expresar lo que quieren
  • No se encuentran bien
  • No logran la atención deseada

En nuestro centro ofrecemos terapia familiar para que podáis aprender a afrontar las nuevas etapas de la vida con el mayor conocimiento y felicidad de la vida.

¿Cómo manejar la situación?

Cuando conocemos un poco más los motivos por los cuales pueden hacer un berrinche, podemos anticiparnos a la situación para así no luchar con ellos si no que, vamos a poder acompañarlos.

Evita explicaciones complicadas

Recuerda siempre que, aunque te pueda comprender un poco, sigue siendo un niño pequeño y las explicaciones complicadas no las entenderán, por lo que intenta hacer que sean términos muy sencillos para que así pueda entenderlas bien.

Evita contenerlo físicamente

Cuando cargas en brazos con él o lo abrazas, es muy probable que sea más difícil lograr que se calme, es mejor dar el espacio que necesita para que aprenda a autorregularse.

Ten paciencia

A veces, nosotros no tenemos los mejores días, por lo que si puedes túrnate con otro adulto para poder manejarle mientras está en la rabieta, tomarte un respiro y ver las cosas con mayor calma.

Anticípate a la situación

Ten en cuenta que estarán más irritables cuando se encuentran cansados o tienen demasiados estímulos, por lo que conocer las situaciones que provocan vulnerabilidad en nuestros hijos permitirá que podamos anticiparnos y poder evitarlo.

Evita llevarlo de compras si no ha descansado o comido bien o si está cansado, de este modo podrás evitar una situación incómoda.

Jugar al despiste

Otro truco muy bueno no es negociar si no jugar al despiste, es decir, distraerlo de la situación; desde poner caras chistosas, juegos, juguetes o fingir que estás buscando alguna cosa que pueda causar interés.

Recuerda que los castigos lejos de ser un buen método, puede acarrear más malas consecuencias que soluciones. Enlace del artículo https://elpais.com/mamas-papas/2021-02-17/como-afectan-los-castigos-al-cerebro-de-los-ninos.html

Acompáñalo

Si por algún motivo ves que pone en riesgo su salud, siempre es recomendable que te levantes y lo retires, ten en cuenta que aunque reaccionen bien a los “no” nunca debemos esperar que siempre nos hagan caso.

Sé tranquilo pero conciso

Si ves que está siendo agresivo o tiene una conducta muy negativa ya sea como morder, lanzar cosas o golpear, debes ser firme y hacer saber que eso no está bien de manera calmada.

Deja que llore

Muchas veces intentamos negociar con ellos para que dejen de llorar lo que podría provocar que cedamos ante exigencias o situaciones que no deberíamos, debemos respetar su forma de expresión ante la frustración y si dejas que se termine de expresar, es muy probable que se termine distrayendo con otra cosa.

No dudes en echar un vistazo de vez en cuando a nuestro blog de psicología, podemos asegurarte que aprenderás muchas cosas nuevas.

Como puedes comprobar, los consejos para evitar el enfado de un niño son sencillos pero muy eficaces en la gran mayoría de los casos, y lo más importante, son normales. No obstante, si notas que la frustración de tu hijo es más alta de lo que podría ser normal o tienes dudas, nunca dudes en acudir a nuestros psicólogos, estamos seguros que podremos ayudarte a entenderle y podrás mejorar mucho la tranquilidad y la calma de ambos.

 

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