Efectos de tomar duloxetina a largo plazo y alternativas a este fármaco

La duloxetina es un antidepresivo que aumenta los niveles de la serotonina. Se trata de un medicamento muy fuerte, de modo que genera duloxetina efectos secundarios que pueden afectar en la vida diaria de la persona si este fármaco se ingiere a largo plazo.

Duloxetina: efectos secundarios a largo plazo 

Resulta importante ponerse en contacto con el médico en el supuesto que se presente alguno de estos síntomas o efectos sobre el organismo de forma intensa o si no desaparecen con el tiempo:

  • Acidez gástrica
  • Aumento de las ganas de orinar
  • Cansancio
  • Debilidad
  • Diarrea
  • Dificultad para orinar
  • Disminución del apetito
  • Disminución del deseo y/o capacidad sexual
  • Dolor o calambres musculares
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de estómago
  • Estreñimiento
  • Náuseas
  • Mareos
  • Sequedad en la boca
  • Somnolencia
  • Sudoración o sudores nocturnos
  • Temblores incontrolables de alguna parte del cuerpo
  • Vómitos

Lamentablemente, la cosa no termina aquí, ya que este antidepresivo también puede dar lugar a la aparición de efectos secundarios de gran gravedad. En el caso de presentar cualquiera de los siguientes síntomas se deberá contactar o acudir urgentemente al médico para recibir tratamiento inmediato:

  • Ampollas o descamación de la piel
  • Cansancio o debilidad extremas
  • Coloración amarillenta en piel y ojos
  • Comezón
  • Confusión
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen
  • Dificultad para respirar
  • Dificultad para tragar
  • Fiebre
  • Inflamación (del abdomen, cara, garganta, lengua, labios, ojos, manos, pies, tobillos o pantorrillas)
  • Latidos cardíacos rápidos o irregulares
  • Orina de color oscuro
  • Pérdida del apetito
  • Rigidez muscular intensa
  • Ronquera
  • Sangrado o moretones inusuales
  • Sarpullido
  • Síntomas similares a la gripe
  • Sudoración
  • Urticaria
  • Visión borrosa

Información y consejos importantes sobre la retirada de duloxetina para dejar de tomar definitivamente.

Para dejar de consumir duloxetina resulta esencial seguir unas pautas. Normalmente, las personas depresivas abandonan su consumo alrededor de 6 meses después de que este trastorno haya desaparecido debido a la gravedad que presenta esta enfermedad.

Prolongar la ingesta de este fármaco puede resultar muy perjudicial, y solamente se recomienda su ingesta durante el tiempo estrictamente recomendado debido a los graves efectos secundarios que puede causar en los pacientes con depresión.

Si la ingesta se alarga en el tiempo puede dar lugar a que su retirada resulte mucho más difícil para el paciente y que aparezcan mayor número de efectos secundarios.

Si la retirada de la duloxetina se realiza de forma gradual y escalonada, no tienen por qué aparecer síntomas o efectos de abstinencia en el paciente.

Según datos recogidos por el Consejo General de Farmacéuticos, únicamente el 28% de las personas que consume antidepresivos en nuestro país cumple correctamente con el tratamiento.

Como dejar duloxetina de forma segura, pauta para dejar duloxetina 

Tal y como se mencionaba, la retirada gradual es la mejor manera para conseguir que el paciente pueda dejar definitivamente este fármaco sin sufrir efectos secundarios de ningún tipo. Antes de llevar a cabo ninguna acción, el médico que esté tratando al paciente deberá comprobar el tipo de antidepresivo que está ingiriendo, ya que debe tener en cuenta si es de vida media ultracorta, corta, media o larga.

Tras conocer el tipo de ansiolítico que está ingiriendo el paciente será preciso que los pacientes que estén tomando fármacos de vida media ultracorta, corta o media pasen a la ingesta de vida media más larga, ya que necesitan de menor número de tomas al día y en menor dosis.

Una vez se haya conseguido que la ansiedad quede estabilizada con la ingesta de estos fármacos, se deberá comenzar a reducir progresivamente su dosis. Primero deberán disminuirse la dosis y después el número de tomas. Si la retirada del medicamento se realiza demasiado rápida el paciente podrá experimentar lo que se conoce como efecto rebote.

Lógicamente, todo el proceso y cualquier cambio, deberá ser analizado y supervisado por un profesional para evitar o minimizar cualquier posible riesgo ante la retirada de la duloxetina. Y es que, en el supuesto de que sea necesario volver a reintroducir el fármaco nuevamente debido a una retirada demasiado rápido, el cuerpo del paciente puede no reaccionar de la misma forma.

Alternativas a la duloxetina más eficaces 

Para evitar duloxetina y sus efectos secundarios debido a la ingesta a largo plazo existe una alternativa mucho más efectiva y segura para poder tratar a los pacientes: la terapia psicológica avanzada. La terapia cognitivo conductual combinada con el uso de las más avanzadas herramientas de psicología (EMDR, Brainspotting y Neurofeedback) logra unos resultados muy positivos sobre los pacientes.

Este tipo de terapia consigue cambios en la paciente muy profundos que le ayudan a poner fin a muchos de los conflictos internos que le han estado atormentando y han influido en la aparición de la depresión. Ello permitirá que cada paciente no solo se sienta mucho mejor consigo mismo, sino que sienta una mayor estabilidad interior. Se recomienda una sesión de terapia psicológica semanal, pero si se buscan resultados más rápidos pueden optarse a 2 o 3 sesiones semanales, sin ello suponga un aumento del número de sesiones.

La sesión de psicología puede combinarse con fármacos para que cuando el paciente empiece a sentirse bien pueda empezar a dejar la medicación, siempre bajo supervisión médica.

 

 

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