Ya que, lo que se pretende es que no haya una clasificación fija, que no se pueda llevar ciertas prendas o forma de vivir la vida. Es entenderse a uno mismo y expresarse libremente, ya sea personalmente o en las relaciones.
¿Qué es la identidad de género?
Para empezar, debemos entendernos a nosotros mismos, saber como somos y lo que pretendemos exteriorizar. Cuando nos sentimos más confusos o creemos que tenemos un problema, es cuando debemos ponernos en manos de un psicólogo LGTB en Madrid.
De esta manera, nos sentiremos mucho más cómodos con nuestra propia identidad, pudiendo expresarnos más libremente. Esto es una forma de vivir, poder vestirnos de una manera acorde a lo que sentimos, exteriorizando un comportamiento y aspecto más personal.
De esta manera, nos sentiremos más completos y estaremos más cómodos psicológicamente. Todo esto gracias a que nos estaremos aceptando tal y como somos y no como nos han asignado.
Tipos de identidades
Hoy en día, existen cuatro categorías de identidad, son las más importantes y generalizadas, aunque se estén descubriendo otras tantas:
- Cisgénero: Sin aquellas personas que se identifican con el género que se les ha asignado al nacer.
- Transgénero: Justo lo contrario a cisgénero, ya que tienen una diferente a la que se les ha asignado. Independientemente del sexo biológico u orientación sexual.
- No-binarios: Esta es la más compleja, puesto que no se identifican con ningún género y están justo en medio, ni de un lado ni de otro.
Para algunas de estas orientaciones, es recomendable ir a consulta de psicólogos en Madrid, no porque sea algo malo ni mucho menos. Si no para poder clarificar sus mentes y estar asesorados en todo el proceso de identificación. Ya que, puede llegar a causar estrés o incluso ansiedad.
Diferencia entre identidad sexual e identidad de género
Esta parte puede ser compleja, pero al mismo tiempo es sencilla de explicar. Es la percepción y manifestación personal del propio género. Como nos llegamos a identificar independientemente de nuestro sexo biológico. Por tanto, aun teniendo unos atributos masculinos, podemos llegar a sentir que nuestro ser es más femenino.
No hay una norma absoluta ni definida de lo que podemos llegar a sentir, en consecuencia, debemos siempre estar cómodos con nosotros mismos y con lo que nos atrae.
Es importante el estar seguros de todos los pasos que vamos a dar en nuestra identidad de género, ya que puede acarrear que no siento atracción emocional por nadie. En estos casos debemos acudir a psicólogos profesionales que ayuden a orientar favorablemente.
Puesto que, lo fundamental es la libertad a la hora de ser nosotros mismos, así nos sentiremos más cómodos con nuestra sexualidad y el cómo nos expresamos.