El trastorno de acumulación compulsiva se define como la conducta excesiva, persistente, recurrente e incontrolada de acumular pertenencias, sean estos objetos como, prendas de vestir, papeles, libros, enseres, basura, entre otros; a los que la persona le agrega un fuerte valor sentimental, generando la incapacidad de eliminar o deshacerse de cosas u objetos sin utilidad o valor real (Lozano y Cols, 2014).

Las personas diagnosticadas con este trastorno presentan una angustia muy fuerte cuando se ven obligadas a desprenderse de algún objeto significativo para ellas, incluso solo con pensarlo pueden llegar a experimentar una elevada tensión o ansiedad (Phillips, 2018).

Estas personas suelen ser indecisas, inseguras, con un enorme temor a equivocarse y necesidad de control. Es más común en personas mayores que en jóvenes (Phillips, 2018). 

Este trastorno comúnmente se confunde con el coleccionismo, su diferencia radica en que la acumulación compulsiva está altamente relacionada con el desorden de objetos sin una utilidad clara, que interfiere con el uso de espacios en el hogar, mientras que el coleccionismo se caracteriza por la búsqueda de objetos específicos, los cuales clasifican y ordenan con cuidado y atención (Phillips, 2018).  

Causas del Trastorno de acumulación compulsiva

No existe una causa clara de este trastorno, sin embrago estudios han encontrado que las personas que lo presentan han atravesado momentos traumantes a lo largo de la vida, han vivido en pobreza o han sufrido la pérdida de familiares o personas queridas. Asimismo la acumulación compulsiva con frecuencia se asocia al trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad, episodios depresivos, y puede desarrollarse junto con otros trastornos mentales como la demencia o la esquizofrenia (Bratiotis y Cols, 2009). 

A nivel biológico parece existir un déficit de neurotransmisores como la serotonina y dopamina, los cuales actúan en la regulación del estado de ánimo, en las sensaciones de gratificación o placer. También, estudios demuestran que las personas con este trastorno tienen antecedentes familiares con algún trastorno mental (Lozano y Cols, 2014; Bratiotis y Cols, 2009). 

Es decir, la conducta de acumulación compulsiva suele ser un fenómeno que se ve influenciado por diversos factores psicológicos,  biológicos y sociales, de ahí la complejidad del mismo. 

Consecuencias del Trastorno de acumulación compulsiva

Debido a la persistencia y falta de control sobre esta conducta, los acumuladores compulsivos pueden llegar a tener pilas o amontonamiento de objetos sin utilidad principalmente en el hogar; además de la acumulación compulsiva este trastorno implica un desorden transitorio, es decir que normalmente estas personas tienen áreas habitables de la vivienda congestionadas y desordenadas, compilando su uso (Phillips, 2018). 

Esta acumulación y desorganización suele traer como consecuencias problemas familiares, laborales y financieros. Siendo el área familiar la mayormente afectada debido a la progresiva invasión de espacios del hogar, implicando graves problemas de convivencia y deterioro del funcionamiento familiar, ya que estos objetos entorpecen la actividad diaria. Asimismo puede generar aislamiento social. 

Tratamiento del Trastorno de acumulación compulsiva

La terapia cognitivo conductual es la intervención con mayor evidencia para el tratamiento de este trastorno, sin embargo hay casos que requieren el uso de fármacos debido a la intensidad y frecuencia de la conducta, es por ello que se recomienda el uso de ambas estrategias, tanto la cognitivo conductual como la farmacológica con el fin de brindar un abordaje completo y con resultados rápidos. 

Fármacos

A nivel farmacológico estudios sugieren el uso de antidepresivos como la clomipamina para el manejo de este trastorno. La dosis y frecuencia depende de la edad.  

Terapia psicológica

A nivel terapéutico, el enfoque cognitivo conductual permite abordar el problema en tres niveles, fisiológico, cognitivo y conductual, es decir, se busca disminuir las sensaciones de ansiedad o angustia, los pensamientos y creencias asociados a la conducta incontrolada y por último la disminución de la conducta problema, de tal manera que las personas puedan visualizar las situaciones generadoras de la conducta con mayor claridad y responder a ellas de forma más efectiva. Entre las técnicas mayormente utilizadas están:  

 

  • Reestructuración cognitiva: Esta técnica busca modificar creencias y pensamientos distorsionados relacionados a una determinada situación, con el objetivo que la persona afectada pueda identificar los pensamientos que contribuyen con la aparición de la conducta problema, en este caso la necesidad incontrolada de acumular cosas. Esta técnica resulta indicada para este caso ya que todo trastorno compulsivo viene acompañado de pensamientos o creencias distorsionadas (Beck, 1995). 

 

  • Autocontrol: Esta técnica busca que la persona controle su propio cuerpo tanto a nivel emocional, pensamientos y comportamiento. Está altamente indicada para este trastorno ya que estas personas muestran una alta incapacidad de controlar su conducta (Rimm y Masters, 1990). 

 

 

  • Relajación: Esta estrategia mediante la tensión y relajación sucesivas de los músculos en una secuencia ordenada, permite que los principales músculos del cuerpo se relajen. En consecuencia, el individuo podrá tener control de la activación fisiológica elevada que le genera una determinada situación implementando una respuesta contraria a la tensión o ansiedad (Rimm y Masters, 1990).

 

  • Psicoeducación: Esta estrategia resulta muy útil para abordar cualquier trastorno psicológico, ya que por lo general estas personas no cuentan con el conocimiento correcto sobre el problema que presentan. Va dirigida no solo al individuo sino también a la familia. 

 

  • Neurofeedback: Es una estrategia neurocomportamental destinada a la adquisición de autocontrol de determinados patrones cerebrales, y observar cambios a nivel conductual. Se hace uso de un aparato que recoge la actividad eléctrica cerebral mediante sensores sobre el cuero cabelludo llamados electrodos, que se encargan de recoger la información de las ondas en el cerebro. En otras palabras se busca entrenar al cerebro haciendo uso del mismo, con fin de conseguir el bienestar emocional y físico de la persona. Es una de las técnicas más innovadoras no invasivas (Carrobles, 2016).
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