Superar los traumas de la infancia en la adultez

El trauma ocurre cuando una persona ha estado expuesta a una situación muy dolorosa, estresante, amenazante o catastrófica (puede ser breve o prolongada), que es capaz de producir un profundo malestar en cualquiera que lo vivencie.

El trauma infantil es un evento sumamente doloroso o angustiante para el niño. Este evento traumático suscita sentimientos y emociones a partir de ideas del miedo, el rechazo, el abandono, la injusticia, traición, maltrato y abuso.

Estas emociones y pensamientos presentes luego de vivenciar el trauma lo pueden acompañar en su adultez, pudiendo ocasionar a futuro trastornos de depresión o ansiedad, baja autoestima, dificultades en vida laboral y educativa, problemas en las relaciones interpersonales y de pareja, dificultad para regular las emociones entre otros.

Posibles traumas de la infancia

• Abandono, rechazo y negligencia por parte de los cuidadores
• Maltratos continuos y crónicos para el niño
• Catástrofes naturales, derrumbes, presenciar muerte violencia de otro.
• Situación de pobreza, bajo nivel educativo
• Abuso físico, sexual o psicológico

Consecuencias en la adultez de los traumas en la infancia

• Dificultad para regular las emociones e impulsos: la persona puede llegar a ser bastante impulsiva, agresiva y llevar a cabo conductas riesgosas como el consumo de droga o diversas adiciones. O caso contrario la persona reprime sus emociones, esto tiene como consecuencia inmovilizarse y tener dificultades en la toma de decisiones.
• Dificultades en la atención y memoria: La persona puede llegar a olvidar todo lo relacionado al trauma vivenciado o en caso contrario, buscar estímulos asociados al trauma generando un estado constante de desconfianza, alerta y vigilancia.
• Autoconcepto negativo y baja autoestima: haber sufrido traumas dolorosos en la infancia hace que la persona crezca con la idea de que es insuficiente, se siente no aceptado y no merecedor de amor y respeto.
• Dificultad en las relaciones interpersonales: Los traumas infantiles hacen que las personas crezcan con sentimientos de rechazo, abandono y desconfianza hacia los demás, también pudiese generar dependencia emocional hacia los demás. Estos sentimientos pueden ocasionar relaciones interpersonales y familiares disfuncionales, dañinas o que la persona llegue a aislarse. Pueden evitar las relaciones o apegarse demasiado a ellas.
• Somatización: Los malestares emocionales causados por eventos dolorosos pueden expresarse a través del cuerpo. La persona puede sufrir de alergia, gastritis, cefaleas, problemas intestinales, entre otros.
• Ideas distorsionadas: El esquema mental con el cual la persona se enfrenta al mundo puede ser bastante desadaptativo, presentando ideas rígidas de que todo va a salir mal, manteniendo la desconfianza y miedo en su vida cotidiana.
• Otras alteraciones producto del trauma infantil son alteraciones en el sueño y en el apetito, alteraciones en la vida sexual y dificultades en el ambiente laboral

“La inutilidad de los esfuerzos que realiza el paciente para controlar el sufrimiento provoca sentimientos de depresión y valoraciones negativas de sí mismo, porque considera que algo no funciona en él porque no puede controlar el sufrimiento… Esto le genera una visión del mundo como un enemigo hostil que puede atacar en cualquier momento”

http://www.psicoterapeutas.com/pacientes/Trauma.html

Tratamiento de los traumas en la infancia

Intervención cognitivo conductual:

Para traumas infantiles que han tenido repercusiones en la conducta, pensamiento y sentimientos del adulto es ideal la intervención cognitivo conductual que dispone de varias estrategias. Para desarrollar formas de comportamiento adaptativos y saludable. Entre ellas se emplean:

• Reestructuración Cognitiva: Las distorsiones cognitivas son ideas erróneas e irracionales. Estas ideas son creencias personales que son aprendidos en la etapa infantil. Y estas formas de pensar rigen el comportamiento y la vida del individuo. Es importante la reestructuración cognitiva porque su objetivo es modificar aquellas creencias erróneas e irracionales que le generan malestar al individuo. Por ejemplo, una mujer que haya sido víctima de abuso sexual en su niñez y piense que fue su culpa, o, una persona que fue abandonada por sus padres y que piense que es porque hay algo mal con él o con ella y que los demás lo van a abandonar. El objetivo es reemplazar esas creencias por otras saludables y adaptativas que además le disminuyen el malestar al individuo.
• Entrenamiento en relajación progresiva: Los traumas infantiles pueden generar gran angustia, ansiedad e impulsividad en la vida adulta, es por esto que es importante entrenar a la persona en relajación. Esto permite que tenga mayor control de sí mismo y pueda regular de forma más efectiva sus sentimientos y cogniciones.
• Entrenamiento en asertividad: Una de las consecuencias de los traumas infantiles es la dificultad en expresar y reconocer las emociones. En este sentido se le entrena al individuo a expresar lo que siente y lo que piensa. Esto mejora las relaciones con los otros y los sentimientos asociados a la frustración, angustia y rabia.
• Entrenamiento en solución de problemas y habilidades sociales: Se le brinda al individuo estrategias que le permitan aprender a solventar de forma eficaz los problemas que se puedan presentar en distintas áreas de su vida, así como también relacionarse de forma saludable y nutritiva con otros. De esta forma puede vivir una vida más satisfactoria y plena.

Neurofeedback y brainspotting: Sufrir experiencias dolorosas en la infancia puede ocasionar que la persona en la adultez presente diversos malestares psicológicos. Como angustia, tristeza, miedo, rabia, ansiedad, desconfianza. El nerufeedback y el brainspotting, son terapias modernas que junto con la terapia cognitivo conductual mejoran en gran medida la calidad de vida del paciente. Su finalidad es intervenir en el funcionamiento cerebral, de forma no invasiva, optimizando la actividad del cerebro en las áreas asociadas a la angustia psicológica. Sus resultados causan en el individuo mejores capacidades y habilidades para enfrentar la vida cotidiana, así como la reducción de las expresiones emocionales asociadas al trauma.