El vaginismo hace referencia a la incapacidad que tiene la mujer en mantener relaciones sexuales dado el gran dolor y molestia que representa para ellas. Inclusive se les imposibilita las exploraciones medicas ya que también le generan gran dolor, así como el uso de tampones. Se ubica en la categoría de los trastornos sexuales por dolor y es experimentada por el 8% de las mujeres.

“El vaginismo es un condicionamiento que produce la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, provocando el cierre parcial o total de la misma, lo que origina dolor e imposibilidad a la hora de intentar una penetración”

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La contracción de estos músculos puede ser leve o intensa, dependiendo de la gravedad será la intensidad de las molestias. Las contracciones tienen como antecedente pensamientos anticipatorios negativos y catastróficos asociados al dolor o de experiencias previas percibidas como traumáticas.

Causas del Vaginismo Funcional

Las causas del vaginismo funcional están focalizadas al temor anticipado en el coito. Temor al dolor, al desgarro, al embarazo, temor a recaer en algún problema de salud pélvico previo.

Este gran temor anticipado también se presenta por experiencias previas en las relaciones sexuales que se perciben traumáticas por el dolor experimentado, o si la persona fue víctima de violencia y abuso sexual. Asimismo, se relaciona con las experiencias en la infancia, con la ausencia de educación sexual o una educación sexual inadecuada y a estilos de creencia rígidos

Existen otros tipos de vaginismo denominados vaginismo orgánico y mixto. El orgánico es asociado a causas fisiológicas y no psicológicas como es el caso del vaginismo funcional, las causas fisiológicas engloban disminución de la secreción vaginal, anormalidades y traumatismos en la región pélvica, útero y en la vulva. El vaginismo mixto es cuando están presentes causas tanto orgánicas como psicológicas.

Gravedad del vaginismo funcional

Según la intensidad del malestar se presentan distintos grados del trastorno, el nivel más extremo es cuando la persona no tolera ningún acercamiento, no soporta ni colocarse un tampón, tampoco es capaz de tolerar las consultas y las inspecciones ginecológicas. Asimismo, es menos grave si la persona tolera ser explorada o penetrada pero igual siente mucho dolor.

Consecuencias del vaginismo funcional

Este tipo de problemas sexuales origina desinterés al contacto sexual, disminución de la excitación sexual e indiferencia en las relaciones sexuales. A nivel de pareja puede ocasionar problemas de comunicación, insatisfacción, disminución de las muestras de cariño, entre otros. A nivel personal se asocia a problemas de ansiedad, depresión, frustración, sentimientos de culpa y baja autoestima.

Tratamiento del vaginismo funcional

Terapia cognitivo conductual:

Esta especialidad de la psicología es la más eficaz para tratar los trastornos sexuales.  Los objetivos de la terapia cognitivo conductual en el vaginismo a reducir las respuestas de ansiedad y fobias asociadas al contacto sexual y a la eliminación de los espasmos musculares que bloquean la entrada a la vagina. Entre las técnicas de intervención se encuentran:

  • Psicoeducación: Proporcionar información sobre lo que es el vaginismo, así como también acerca de la educación sexual, referente a la anatomía sexual y respuesta sexual para mejorar los conocimientos asociados de la conducta sexual y así desmitificar muchas creencias que pueden generarle ansiedad del individuo.
  • Entrenamiento en relajación: El entrenamiento en relajación disminuye la respuesta de escape y de miedo, ya que no se puede estar tenso y calmado a la vez al entrenar a la paciente en relajación se disminuirá la respuesta de contracción y evitación.
  • Reestructuración cognitiva: Se identifican las creencias de la paciente asociada a la experiencia sexual y a sus fobias sexuales, una vez conocidas se identifican las distorsiones cognitivas o pensamientos catastróficos de miedo y ansiedad para posteriormente modificarlos por otros más saludables y adaptativos.
  • Entrenamiento en autoexploración y autoestimulación: El objetivo es promover el autoconocimiento acerca de las reacciones y respuestas del propio cuerpo a la estimulación
  • Ejercitación de los músculos pélvicos y programa de dilatación progresiva: Mediante los ejercicios de kegel la paciente aprende a identificar y controlar las contracciones musculares. Asimismo, se emplea el programa de dilatación progresiva que permite reducir la ansiedad ante el contacto sexual, aprender a dar y recibir placer sexual e incrementar la comunicación
  • Desensibilización sistemática: En esta técnica se realiza una jerarquía de situaciones temida por la paciente, de la menos temida a la más temida. Las que se deben ir realizando y superando progresivamente. El objetivo final es realizar las conductas sexuales temidas, afrontando las cogniciones negativas sobre el propio rendimiento

Neurofeedback y brainspotting: Estas son consideradas terapias modernas, junto con la terapia cognitivo conductual dan resultados en brevedad de tiempo. Se caracterizan por intervenir en el funcionamiento cerebral de la paciente para optimizar la actividad cerebral de las áreas asociadas a la angustia, miedo y ansiedad del trastorno sexual.

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Somos psicólogos expertos en tratamientos de vaginismos funcional

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