La fobia social es un miedo intenso en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas. El individuo teme a ser evaluado negativamente o considerado como débil (Elizondo, 2016).
Este trastorno se ve impulsado o exacerbado por situaciones que implican multitud de personas, agitación, reuniones familiares, compartir, entre otros. Una situación con estas características es la época decembrina, por la cantidad de compromisos sociales que implica con familiares y amigos, este fenómeno se conoce como fobia social en navidad (Huertas, 2018).
En otras palabras, se refiere a un temor recurrente y persistente, excesivo e irracional que se desencadena ya que el sujeto se anticipa o está presente el objeto o situación temido (familiares, festejos, encuentro con amigos, cena de navidad, etc), cuya exposición provoca una respuesta inmediata de evitación y escape (Huertas, 2018).
Aunque este fenómeno afecta de forma similar a ambos sexos, es más frecuente en mujeres que en hombres. Las mujeres con el trastorno reportan un mayor número de miedos sociales y trastornos depresivos, bipolares y de ansiedad, mientras que los hombres son más propensos a temer a las citas, a tener un trastorno oposicionista desafiante o un trastorno de conducta, así como uso de alcohol y drogas para aliviar los síntomas del trastorno (Elizondo, 2016).
Aunque son pocos los estudios que existen sobre este tema, existen muchas personas afectadas, sobre todo aquellas con un algún trastorno psicológico de base, como la ansiedad o depresión, por ejemplo.
Causas de la fobia social en navidad
No existe una causa específica, pero la mayoría de los casos están relacionados con trastornos psicológicos como: ansiedad, depresión, trastornos bipolares, consumo de sustancias nocivas (Alcohol, drogas). En torno a eso se han realizado números estudios que han realizado entrono a la ansiedad social y su relación con otras patologías.
A nivel anatómico se ha encontrado que las personas que sufren de fobia social presentan pequeñas diferencias en el cerebro, pues existe un mayor volumen de la sustancia gris en áreas de la amígdala y el hipocampo, estas áreas son las que se activan ante estímulos externos provocando una respuesta desproporcionada antes situaciones que se perciben como amenazantes o peligrosas, razón por la cual se les hace aún más difícil controlar su conducta. Actuando esto como un predisponente importante de la fobia social en fechas como navidad (Huertas, 2018¸ Elizondo, 2016; Eliza, 2017).
Las personas que presentan fobia social en navidad normalmente presentan un miedo intenso a ser evaluados negativamente por sus familiares por el hecho de no haber alcanzado algún objetivo propuesto; precisamente porque el fin de año representa un momento en el que se evalúan los logros tanto académicos, profesionales o familiares que se alcanzaron durante los meses anteriores (Huertas, 2018¸ Elizondo, 2016; Eliza, 2017). En tal sentido, las reuniones o pláticas con familiares o amigos representan una situación generadora de elevados niveles de estrés para estas personas generando síntomas como:
Síntomas de la fobia social en navidad
- Aversión social
- Estrés y auto-exigencia
- Tristeza repentina
- Compras compulsivas
- Trastornos del sueño
- Problemas alimenticios
- Ataques de ira
- Sensación de ahogo
- Aislamiento
Puede suceder que la persona cuando se encuentre en algún lugar concurrido y con adornos alusivos a las fiestas navideñas comiencen a manifestar algunos de los síntomas mencionados. Por ejemplo, si la persona se encuentra en un centro comercial con esas características la manifestación conductual puede ser en principio fisiológica (sudoración, aceleración del corazón), pensamientos como: “Me voy a encontrar con mis amigos”, “Mis familiares harán preguntas”, “Que horribles es la navidad”, entre otros. Y finalmente la conducta puede desencadenar en compras compulsivas, con l que la persona piensa disminuye sus malestares (Huertas, 2018¸ Elizondo, 2016; Eliza, 2017).
Ejemplo de la fobia social en navidad
Clara, de 24 años de edad en la época navideña suele presentar síntomas propios de la fobia social. En su familia muestra antecedentes con trastornos psicológicos como la ansiedad y trastorno bipolar.
Cuando se acerca el mes de diciembre Clara suele tener pensamientos como «Siento que no tengo nada que celebrar, que todo es un absurdo sinsentido. Pagaría por poder dormirme y despertarme cuando toda esta vorágine de felicidad impuesta haya finalizado» y otros. A nivel fisiológico presenta elevados niveles de tensión y a nivel conductual suele quedarse encerrada en el cuarto o salir a caminar sola.
En un paseo familiar realizado antes de nochebuena en un centro comercial de la ciudad, Clara ante la muchedumbre, las músicas navideñas, la presencia de familiares y conocidos, presenta manifestaciones fisiológicas como: sudoración, aceleración del corazón, pensamientos como: “Me voy a encontrar con mis amigos”, “Mis familiares harán preguntas”, “Que horribles es la navidad”, entre otros. Y finalmente la conducta que se desencadena en compras compulsivas, conducta con la cual pretende disminuir sus malestares y lo desagradable de la situación.
Tratamiento de la fobia social en navidad
Aunque estas conductas pueden ser transitorias y pasar desapercibidas, requieren de una orientación psicológica que ayude a controlar las manifestaciones fisiológicas o conductuales que interfieran en el funcionamiento cotidiano de la persona y adaptarse de una mejor forma a las situaciones generadoras de estrés, como la navidad.
Diversos estudios sugieren que el uso de terapias cognitivo-conductuales para tratar este trastorno puede ser una opción viable. Estas terapias buscan principalmente modificar la conducta no deseada, así como el cambio de pensamientos negativos que presente la persona, ya que normalmente tienen una percepción inadecuada de la realidad (Huertas, 2018¸ Elizondo, 2016; Eliza, 2017).
Aunque existen otros tratamientos, como fármacos, la terapia psicológica con enfoque cognitivo conductual es el método que más se ha utilizado para combatir el trastorno.
Entre las técnicas estas:
- Psicoeducación: Con esta técnica se busca fortalecer la relación terapeuta-paciente ofreciéndole información completa sobre el acompañamiento psicológico, así como de su problema, el origen o causas y mantenimiento en la actualidad (Huertas, 2018).
- Desensibilización sistemática: Esta tecnica resulta adecuada para estos casos porque tiene como objetivo disminuir tanto con las respuestas de ansiedad como con las conductas de evitación propias de los trastornos ansiosos (Huertas, 2018).
- Reestructuración Cognitiva: Esta técnica tiene la finalidad de modificar pensamientos o creencias distorsionadas y sustituirlas por otras que resulten más adaptativas. Esta técnica parte de la premisa que existe una relación que existe entre pensamiento, emoción y conducta; en tal sentido al modificar pensamientos como: “Me voy a encontrar con mis amigos”, “Mis familiares harán preguntas”, “Que horribles es la navidad”, se puede observar el cambio fisiológico y conductual deseado, es decir una percepción adecuada de la realidad, en este caso de la navidad (Huertas, 2018).
- Relajación Muscular Progresiva: Esta técnica permite a través de la relajación de los músculos principales del cuerpo de forma sistemática se puede controlar tantos las respuestas fisiológicas como los pensamientos distorsionados asociados a las situaciones generadoras de elevados niveles de tensión (Huertas, 2018).
- Comunicación asertiva: Mediante esta técnica la persona aprenderá a comunicar sus pensamientos, ideas, gustos, preferencias de forma acorde, es decir buen tono de voz, gestos adecuados, y aceptar de forma adecuada las criticas o comentarios de los demás, pues se busca también educar en respetar los puntos de vistas de las demás personas (Huertas, 2018).
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