¿El deficit de atención e hiperactividad es una discapacidad?

El TDAH es una alteración neurobiológica que se caracteriza por inatención y problemas conductuales como impulsividad e hiperactividad (Barragan y Cols, 2007).

Las personas con TDAH pueden presentar diversas dificultades en las labores del hogar, el cumplimiento de sus tareas, la relación con sus hermanos y amigos. Con tendencia a ser más agresivos, destructivos y dominantes. 

Son sujetos que se distraen fácilmente, presentan dificultades para focalizar o mantener la atención, muestran olvidos con frecuencia y pierden objetos con facilidad (Barragan y Cols, 2007; Ramos y Cols, 2013). 

Se considera uno de los trastornos neuropsiquiatricos con mayor componente hereditario.  

No existe un consenso de acuerdo a la edad de inicio del trastorno, normalmente se da en la infancia o adolescencia, con un predomino de forma similar en mujeres  y hombres (Barragan y Cols, 2007). 

¿Es un problema el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

Muchas veces este trastorno puede ser confundido con un simple berrinche o conducta desafiante del niño, es por ello que se debe tener presente que todo niño en algún momento del desarrollo evolutivo puede presentar este tipo de comportamiento (falta de atención, hiperactividad o agresión) sin embargo, se convierte en un problema cuando esta conducta interfiere con su funcionamiento normal o adaptabilidad a espacios comunes como la escuela, por ejemplo (Barragan y Cols, 2007). 

¿ Cuáles son los síntomas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

A grandes rasgos, los niños y adultos con TDAH suelen mostrar síntomas como (Barragan y Cols, 2007): 

• Baja tolerancia a la frustración
• Crisis explosivas
• Actitudes mandonas, obstinadas y demandantes
• Cambios emocionales bruscos 
• Pobre autoestima y rechazo de los que les rodean
• Aislamiento social 

¿Qué tipos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad existen?

Pueden distinguirse 3 tipos de TDAH

 

• Atención dispersa: La persona puede presentar dificultad para organizarse, comenzar y culminar una determinada tarea, seguir instrucciones, prestar atención, se distraen fácilmente, no son capaces de focalizar su atención es lo que realmente la requiere porque no puede distinguir entre lo relevante y lo que no es (Eiris, 2014). 

• Predominio de hiperactividad/impulsividad: Se presenta como un exceso de movimiento, inquietud motriz, hablan mucho, les cuesta permanecer sentados o parados, siempre tienen una parte del cuerpo en movimiento. Son curiosos, tocan constantemente cualquier objeto. Presentan una notable dificultad controlar el impulso de llevar a cabo una conducta inapropiada, no miden las consecuencias de sus actos, interrumpen conversaciones, entre otras (Eiris, 2014).

• Combinada: Presenta tanto una atención dispersa como la presencia de la impulsividad o hiperactividad (Eiris, 2014).

 

¿Cómo se muestra el TDAH de acuerdo a la edad ?

Aunque existe una serie de manifestaciones clínicas propias de la condición, existen algunas variaciones en cuando a la edad: 

Durante los primeros años de vida los niños con Déficit de Atención e Hiperactividad pueden mostrarse torpes para la motricidad fina, inquietos, caprichosos, acaparadores, egoístas y con baja tolerancia a la frustración. 

Luego durante la edad escolar se observan dispersos, mentirosos, interrumpen a otros niños y a profesores, les cuesta aprender a leer y escribir, pueden presentar dificultades especialmente para las Matemáticas y la Lengua. 

Durante la adolescencia y parte de la adultez, pueden presentar problemas adicionales como fracaso escolar y laboral, drogadicción, conflictos de convivencia en casa, y otros (Pascual, 2008). 

Causas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Su origen se debe en gran medida a deficiencias anatómico-biológicas que afectan preferentemente a ciertas estructuras cerebrales. Siendo así, el factor biológico el de mayor riesgo para la aparición de TDAH. 

En otras palabras, existe una base neurobiológica y una predisposición genética importante para el desarrollo de este trastorno. La mayoría de los casos son hereditarios (Pascual, 2008; Barragan y Cols, 2007).

Causas neuronales de trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Asimismo, se ha observado una falla en cuanto a neurotransmisores como la dopamina y serotonina en el cerebro, encargados de la regulación del estado de ánimo y el centro de placer. 

Causas ambientales de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

A nivel ambiental, se ha encontrado que el tipo de dieta y aditivos de los alimentos, el alcoholismo y hábitos tabáquicos durante la gestación, el bajo peso al nacer, la prematuridad, exposición al plomo, pueden ser factores desencadenantes de dicho trastorno; es decir, que a pesar de la prevalencia de los casos hereditarios, están los casos de tipo adquiridos, los cuales han venido en aumento los últimos años (Barragan y Cols, 2007). 

Causas psicosociales de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Por otro lado, existen determinados factores psicosociales que pueden ser considerados causantes de dicho trastorno al combinarse con individuos genéticamente predispuestos, estos factores pueden ser: la inestabilidad familiar, la ruptura de vínculos, las relaciones negativas padres-hijos, etc. (Pascual, 2008). 

 

Relación con otros trastornos 

Es normal que las personas con TDAH presenten trastornos conductuales o del estado de ánimo como ansiedad, depresión, tics nerviosos, trastorno obsesivo-compulsivo y en algunos casos epilepsia. 

También pueden presentarse trastornos del aprendizaje, en especial los problemas de lecto-escritura como dislexia, discalculia o disgrafia, que dificultan el rendimiento académico, debido principalmente a la dificultad para mantener la atención. Por su parte, en la adolescencia, adicional a los problemas escolares, aumentan las manifestaciones de agresividad e impulsividad lo que puede llevarlos a cometer conductas de autoagresivas cuando se sienten frustrados (Barragan y Cols, 2007). 

Mitos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

• “El TDAH es un constructo social y no un trastorno mental”: Para llevar a cabo un diagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad es necesario cumplir con ciertos criterios clínicos contemplados en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) es decir, que no se hace al azar sino bajo determinados requerimientos rigurosos (Franco, 2012). 

• “Los niños no pueden tomar medicamentos porque se vuelven dependientes”: Si bien es cierto que los medicamentos generan efectos secundarios, muchas veces es necesario contar con la ayuda de los fármacos para contrarrestar los síntomas en personas con TDAH. Teniendo en cuenta que la base biológica es la causa principal de este trastorno, en ese sentido es imprescindible el uso de ciertos fármacos que contribuyan con el desarrollo del equilibrio necesario para el funcionamiento normal del individuo (Franco, 2012). 

• “Es un niño difícil, pero normal, así son los niños”: Es normal que el niño presente impulsividad o agresividad en su desarrollo, sin embargo cuando estas conductas se vuelven persistentes, recurrentes e intervienen con su funcionamiento normal en la cotidianidad  puede ser síntoma de TDAH (Morin, 2014). 

 

• • “El TDAH es culpa de los padres por la falta de disciplina”: El TDAH es un trastorno neurobiológico de carácter hereditario, en el que se ven comprometidos diversos aspectos cognitivos, fisiológicos y conductuales que afectan que funcionamiento normal de la persona, es decir, que es más que un momento de rebeldía o malcriadez (Morin, 2014). 

 

• “Todos los niños con TDAH son hiperactivos”: No necesariamente es así, ya que este trastorno puede presentarse en tres modalidades: 1. Con prevalencia de inatención, 2. Prevalencia de hiperactividad o impulsividad y 3. Combinado (Morin, 2014). 

• “El TDAH se presenta sólo en niños”: El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es una patología neuropsiquiátrica con una elevada prevalencia, tanto en la infancia como en la edad adulta. Diversos estudios demuestra la persistencia de los síntomas en una parte significativa de los adultos que padecían TDAH en la infancia (Ramos y Cols, 2012). 

 

Tratamiento Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Aunque este trastorno no tiene cura, mediante la terapia farmacológica y psicológica se puede ayudar a contrarrestar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona con TDAH. 

El tratamiento farmacológico ha resultado eficaz para el abordaje de este trastorno, ya que disminuye significativamente los niveles de hiperactividad o impulsividad característicos de esta condición. Los medicamentos mayormente utilizados son fármacos estimulantes como el metilfenidato, y no estimulantes como la atomoxetina, el bupropión o los antidepresivos tricíclicos. Estos tratamientos son individualizados en cuanto a frecuencia y dosis, ya que depende de las necesidades de cada individuo (Eiris, 2014)

Este tratamiento debe ser dirigido por un especialista en psiquiatría o neurología y se recomienda sólo en el caso de que las intervenciones psicoeducativas no hayan proporcionado los resultados esperados (Barragan y Cols, 2007). 

Por su parte, el acompañamiento psicológico resulta necesario ya que este tipo de trastornos afectan la calidad de vida de las personas pudiendo generar con frecuencia episodios de ansiedad y depresión, así como sentimientos de frustración en los cuidadores principales al no saber cómo manejar adecuadamente la situación. Es por ello que el tratamiento psicológico, busca no sólo orientar a la persona afectada sino también al entorno familiar cercano.

Se ha encontrado que el enfoque cognitivo conductual brinda resultados positivos en el abordaje de personas con TDAH, básicamente porque se centra en eliminar o disminuir la frecuencia de las conductas disruptivas en sus 3 tipo de manifestaciones fisiológicas, cognitivas y conductuales. Dentro de las técnicas más utilizadas están: 

 

• Psicoeducacion: Esta técnica busca proporcionar a la persona afecta y sus familiares la información necesaria sobre los trastornos mentales, con especial énfasis en el TDAH. Asimismo  incluyen un conjunto de prácticas para mejorar el aprendizaje que se llevan a cabo en el ámbito escolar, y en el ámbito familiar se enfoca en optimizar las habilidades de crianza. Resulta efectiva ya que la información es terapéutica en sí misma y permite desarrollar formas más efectivas de afrontamiento (Serrano y Cols, 2013). 

• Autocontrol: Esta técnica está destinada para trastornos que implican una falta de control considerable del sujeto sobre su propia conducta, como es el caso de la impulsividad y la hiperactividad. Cuando el tratamiento es en niños se puede emplear la técnica de la tortuga, en tres fases: educativa, modelado de la posición de la tortuga, entrenamiento en relajación progresiva, y generalización. Esta técnica está indicada para reducir la ansiedad, mejorar los problemas del sueño, disminuir la tensión muscular y en definitiva alcanzar un estado de bienestar general, es por ello que resulta efectiva para el tratamiento del TDAH (Ramírez, 2015). 

• Reestructuración cognitiva: Busca la modificación de pensamiento o ideas distorsionadas sobre una situación particular. En el caso del TDAH pueden presentarse pensamientos de minusvalía, frustración, sentimientos de culpa, entre otros que suelen agravar la situación, es por ello que se mediante esta técnica se puede entrenar al paciente a identificar esos pensamientos disfuncionales y modificarlos por otros positivos que le permitan un mejor afrontamiento de la condición (Serrano y Cols, 2013). 

 

Neurofeedback: Es una de las terapias en las que se involucra la utilización de las vías sensitivas o manipulaciones de las partes del cuerpo, para producir un efecto sobre el funcionamiento cerebral. Esta estrategia empleada de la forma correcta puede ser un buen complemento en el tratamiento para el TDAH (Barragan y Cols, 2007).