Una amiga mía recientemente consultó a un psicoterapeuta para obtener ayuda con la depresión. Poco después quería saber si su terapia le estaba funcionando. Su medico le había puesto en un antidepresivo fuerte (paroxetina) y le remitió a un psicoterapeuta de su confianza. Acababa de llegar de su primera sesión y como sabe de mi profesión me pregunto. Ella me hizo preguntas que muchas personas tienen al comenzar la terapia (o incluso cuando han estado allí por un tiempo): ¿Qué se supone que debe pasar? ella me preguntó impaciente de mejorar. Hablamos y ella me hizo muchas preguntas recurrentes, incluidas algunas sobre mi infancia y carrera profesional. El terapeuta me dijo el nombre de su enfoque, lo que llamó su «método», y tenía diplomas en su pared, pero ¿realmente importa algo de eso?

No siempre está claro para los pacientes qué preguntarle a un psicoterapeuta nuevo y cómo saber si él o ella es bueno para ellos. También es difícil saber si está funcionando. A la mayoría de las personas les resulta más fácil evaluar la habilidad de un médico. Aunque de ninguna manera siempre es confiable, la escuela de medicina y la residencia donde se formó su médico o cirujano a veces son importantes. A veces, él o ella pueden ser mencionados como uno de los «100 mejores médicos» en una revista (aunque tales listas son bastante sospechosas). La inteligencia, el interés y la atención que comunica su médico generalmente son evidentes de inmediato y, sobre todo, sus recomendaciones de tratamiento lo ayudan a sentirse mejor o no. Sus intervenciones lo alivian de sus síntomas, curan su enfermedad o el profesional le ofrece una buena explicación de por qué no. Hay excepciones a todas estas consideraciones, pero, en general, existen algunas pautas obvias para evaluar la atención médica tradicional.

Aprende como evaluar la terapia psicologica en la consulta

¿Pero son las mismas cosas relevantes para evaluar a su terapeuta? Por ejemplo, los psiquiatras, psicólogos clínicos, trabajadores sociales, terapeutas matrimoniales y familiares ofrecen algún tipo de terapia psicológica protocolaria. Además, hay consejeros de diversos tipos y «entrenadores de vida» que, a todos los efectos, hablan y ayudan a los clientes de manera similar a la «psicoterapia» tradicional.

Obviamente, esta proliferación de títulos y capacitación no significa que no haya diferencias y límites profesionales importantes. Por ejemplo, solo los psiquiatras pueden recetar medicamentos y solo los psicólogos clínicos están capacitados para administrar e interpretar muchas pruebas psicológicas. Y casi todos los tratamientos del tipo que estoy describiendo implica hablar y no tocar (aunque hay enfoques de gran alcance para la curación que hacen implicar el trabajo con el cuerpo, pero que está fuera del alcance de este artículo).

Como saber si es buen un terapeuta

Con las excepciones ya mencionadas que involucran medicamentos y pruebas, el hecho es que los títulos universitarios importan muy poco para «evaluar» la capacidad de un terapeuta y si te conviene en cualquier caso. Conozco psicoterapeutas familiares que son mucho mejores terapeutas que aquellos con doctorados o máster en la misma materia, es cuestión de calidad humana, algo irreemplazable. He conocido entrenadores que han ayudado a curar el sufrimiento de alguien tan a fondo como un trabajador social clínico con licencia. En el mundo de la terapia, a cada «profesional» basado en títulos le gusta venderse como único, pero mi experiencia me ha enseñado que las letras después del nombre de alguien y las placas en su pared rara vez son la consideración más importante para elegir un profesional para ayudarte con tu sufrimiento psicológico. Yo invito a siempre hacer esta reflexión, al margen de títulos y experiencia. Unirlos a tratamientos naturales también es siempre una buena opción, nada es mágico, pero todo aporta, y el ansiolitico natural seguro que juega su parte y aporta un efecto beneficioso. Otro tema importante, la conexión humana; es lo mas fuerte que puede existir entre dos personas, por ello un mismo profesional puede ayudar a unos con todo lo que se propongan mientras en otros casos mas sencillos no conseguirá nada.

Nuestro campo, entonces, es una verdadera Torre de Babel de títulos, enfoques y especialidades. Agregue a esto el abismo antes mencionado de habilidades individuales y niveles de experiencia dentro de cada categoría, y el consumidor a menudo queda confundido. Para empeorar las cosas, cuando ese consumidor no se siente mejor a corto o largo plazo, existe una tendencia natural pero insidiosa para que él o ella se sienta responsable. Se refuerzan las dudas y el pesimismo originales de esas personas . La autoculpa es a menudo el terrible precio pagado por los tratamientos fallidos. La desmoralización puede resultar fatal para mejorar en todos los casos.

Consejos para saber si la terapia psicologica esta funcionando

Entonces, ¿qué se puede hacer? Teniendo en cuenta que hay excepciones a cada regla y que, cuando se trata de la mente y el corazón humanos, pocas generalizaciones son 100% fiables.
Aquí dejamos algunas pautas para alguien que busca ayuda psicoterapéutica:

1) Confía en tu instinto y presentimientos.

Después de algunas sesiones, es posible que no se sienta «mejor» o «curado», pero debería sentirse más optimista, relativamente entendido, y tiene una sensación intuitiva de que usted y su terapeuta están en el camino correcto. Si lo haces, mantén el rumbo. Si estos sentimientos son claramente insuficientes, no continúe y, en su lugar, obtenga una segunda opinión con otra persona o profesional. Si no está seguro, regrese y plantee sus dudas e incertidumbres sobre el proceso directamente con su terapeuta lo entenderá y le dará una segunda vuelta a su caso. Un buen terapeuta a menudo responderá a tales dudas de una manera inteligente y empática, lo suficiente como para asegurarle de inmediato que él o ella «lo entiende» y que vale la pena invertir más. Por otro lado, algunos terapeutas responderán de manera defensiva o te culparán sutilmente por las dudas que expreses. Te sentirás peor. Esa es una pista de que la relación probablemente no va a funcionar.

2) La terapia es difícil, no es un rato para pasarlo bien

Nada de lo que acabamos de comentar debería hacer pensar que la terapia a veces no es difícil, incluso muy dura. Ahondar en lo que te aflige no es muy divertido. Renunciar a viejas suposiciones, adicciones o defensas familiares puede desencadenar sentimientos dolorosos. Sentir dolor no es necesariamente algo malo, especialmente si puedes ver de dónde viene y cómo experimentarlo podría ayudarte a mejorar. Por ejemplo, puede salir de una sesión de terapia sintiéndose mal, no porque su terapeuta no lo haya entendido, sino porque él o ella sí lo ha echo, le ha desenmascarado un problema a raiz del ese dolor, ahora tiene solución porque conoce el origen. La empatía del terapeuta te ayudó a experimentar algo importante. Mi opinión es que un paciente generalmente puede diferenciar entre sentir algo doloroso más profundamente como resultado de la comprensión y la empatía y sentirse mal porque un terapeuta simplemente no lo «entendió». Esto debería ser fácil de distinguir, sino diferencia, seguramente te están haciendo sufrir por no comprenderte.

3) Compresión entre paciente y psicoterapeuta.

Una buena psicoterapia generalmente implica adquirir una comprensión más profunda de cómo funcionan su mente y corazón y algo sobre las razones por las que está sufriendo. Pero la terapia no es un ejercicio intelectual. Debe sentirse comprendido y debe sentir que hay una conexión entre lo que está aprendiendo sobre usted y el sufrimiento que lo llevó a la terapia, para empezar. En otras palabras, la comprensión suele ser una parte fundamental de cualquier buena terapia, pero no por sí misma. En una buena terapia, tendrá un presentimiento acerca de cómo la autoexploración lo ayudará con lo que le aqueja.

4) Error común, los terapeutas que nunca se equivocan.

Los buenos terapeutas no tienen que estar en lo cierto y no deben actuar como lo hacen. Es comprensible que otorguemos autoridad al terapeuta de la misma manera que lo hacemos con cualquiera de cuya experiencia dependemos, pero un experto que siempre tiene que tener la respuesta, no puede admitir errores o cambiar de opinión en respuesta a lo que dice un paciente, no es alguien a quien le gustaría confiarle su cuidado.

5) El enfoque puede variar. no el objetivo

Los buenos terapeutas pueden explicar no solo cómo su enfoque puede ayudarlo a sentirse mejor, sino que también pueden revisar periódicamente y sin defensa el progreso (o la falta de él) de su tratamiento. Es tu tratamiento. Su terapeuta no está utilizando un anillo decodificador secreto para planificar y trazar todo. Los buenos terapeutas se sienten cómodos con conversaciones honestas y transparentes sobre su progreso y, si está atascado o le falta, están abiertos a probar diferentes enfoques o tomar diferentes tácticas. Los terapeutas que no debemos de mantener son aquellos que están a la defensiva de manera encubierta, siempre lanzando la cuestión del progreso a su regazo y, por lo tanto, parecen evitar su responsabilidad por al menos la mitad de lo que está sucediendo.

 

 

Desafortunadamente, hay muchas personas que practican la psicológica que están poco capacitadas o que no pueden adaptar empáticamente su enfoque a las personalidades y dificultades particulares de sus clientes por diversos motivos o falta de humanidad. Dado el grado en que las personas que sufren problemas emocionales a menudo se culpan a sí mismas, sospechan de su propio juicio y luchan con la creencia secreta de que están condenados, es fácil ver el potencial de daño en cualquier tratamiento terapéutico. Los pacientes deben ser alentados y enseñados a juzgar las habilidades de sus terapeutas y el valor de los resultados terapéuticos que resultan. Desde nuestra clínica de Psicólogos en Madrid queremos ayudarte, puedes contarnos tus necesidades y sin compromiso te informaremos de cualquier solucion que veamos posible.