La palabra ataxia proviene del griego a- que significa «negativo» o «sin» y taxiā que significa «orden». Frecuentemente esta palabra es utilizada para describir un trastorno caracterizado por falta de coordinación e inestabilidad motora, y aumento de la base de sustentación, es decir que las personas con este trastorno presentan un menor tono muscular. Es también conocido como un trastorno de la marcha (Navarro y Cols, 2007; Lazo y Pastor, 2014).

En otras palabras, la ataxia es un trastorno del movimiento caracterizado por errores en la velocidad, rango, dirección, duración, tiempo y fuerza de la actividad motora (Navarro y Cols, 2007).

Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva cuya edad de inicio oscila entre 4 y 73 años. Generalmente los pacientes en los inicios presentan ataxia de la marcha (94 %), mientras que el 6 % de ellos comienzan mostrando dificultades para hablar e incoordinación de los movimientos alternativos de los miembros superiores. Se presenta en igual proporción en mujeres y hombres (Navarro y Cols, 2007; Velázquez y Cols, 2011).

Está asociado con una serie de trastornos psiquiátricos como: deterioro cognitivo, insomnio, agresión, psicosis y alteraciones afectivas. Puede presentarse de forma hereditaria o adquirida.

Ataxia cerebelosa síntomas

Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes de este trastorno están (Velázquez y Cols, 2011):

  • Tono muscular débil
  • Temblor de miembros superiores e inferiores
  • Contracturas musculares dolorosas
  • Pérdida de la sensibilidad a las vibraciones en miembros inferiores
  • Disminución de la respuesta motora
  • Contracciones musculares repetitivas y rítmicas
  • Presencia de parkinsonismo
  • Dificultad para articular sonidos y palabras (disartria)
  • Trastornos de la deglución
  • Aprosadia
  • Disminución de la movilidad
  • Marcha inestable

Causas de ataxia

Las causas que originan la ataxia pueden ser variadas. Entre ellas, se conoce que resulta de una disfunción a nivel del cerebelo y/o sus vías aferentes y eferentes, así como alteraciones en la médula espinal, nervios periféricos o una combinación de estas tres condiciones (Velázquez y Cols, 2011).

Asimismo, se ha observado una disminución significativa de los niveles de Zn, Cu y Fe en el líquido cefalorraquídeo de los pacientes, lo que pudiese guardar relación con la alteración genética que provoca la enfermedad.

Esta degeneración cerebelosa puede ser provocada por el abuso de alcohol, la presencia de esclerosis múltiples o el uso de fármacos, que se conoce como ataxia adquirida. También, la presencia de antecedentes familiares demuestra una mayor probabilidad de padecimiento de dicho trastorno, es decir una ataxia de origen genético (Saffie y Cols, 2018).

Tratamiento de ataxia

Como todo trastorno neurodegenerativo, el tratamiento principal está basado en la rehabilitación. El ejercicio terapéutico constituye uno de los pilares fundamentales en el tratamiento físico de los pacientes con afecciones de este tipo (Lazo y Pastor, 2014).

A nivel farmacológico para la ataxia, se ha encontrado que mediante un tratamiento dopaminérgico y anticolinérgico se logra reducir el temblor, la distonía y la bradicinecia en pacientes con ataxia, mientras que las contracciones musculares dolorosas se pueden aliviar con magnesio, quinina o mexiletina. Las manifestaciones parkisonianas mejoran con la administración de levodopa o agonistas de la dopamina (Velázquez y Cols, 2011).

Tratamiento psicologico para la ataxia

Del mismo modo, el asesoramiento psicológico para la ataxia resulta ser crucial en el tratamiento dado que la depresión, la ira, alteración del pensamiento, el aislamiento y sentimientos de minusvalía son frecuentes en este tipo de trastornos, debido, entre otras cosas, a la pérdida de autonomía de la persona afectada.

Debemos tener en cuenta además que, la ataxia adquirida puede ser provocada por abuso de sustancias como el  alcohol o drogas, reafirmando esto la importancia del acompañamiento psicológico enfocado en la reducción de conductas indeseadas (Navarro y Cols, 2007).

La terapia cognitivo conducta ha resultado ser una excelente opción para acompañar a los pacientes con ataxia en su proceso de tratamiento médico, considerando que el cuerpo y la mente forman un conjunto, y se complementan mutuamente. Este modelo propone que el pensamiento y las emociones influyen positiva o negativamente en el comportamiento de la persona. Es por ello que modificando el pensamiento distorsionado y la emoción que desencadena se modifica la conducta consecuente (Beck, 1995). Entre las técnicas utilizadas para tratar estos pacientes están:

  • Psicoeducación: Con esta técnica se busca ofrecer a la persona afectada y sus familiares cercanos información detallada sobre su condición, el origen y mantenimiento del mismo. Está orientada principalmente a crear conciencia sobre los trastornos psicológicos, específicamente la ataxia, y buscar la integración familiar a través de la empatía. Enfatizando el poder del apoyo familiar en la obtención de resultados favorables a corto plazo.
  • Reestructuración cognitiva: Es una técnica destinada a modificar pensamientos, ideas o creencias disfuncionales asociadas a una determinada situación. Con esta técnica se busca que la persona pueda identificar pensamientos distorsionados asociados a su condición y modificarlos por otros que permitan enfrentarse adecuadamente a la problemática que presenta. Es especialmente indicada para este trastorno por los sentimientos y pensamientos de culpa o minusvalía que presentan estas personas, lo que complica su avance (Castillo y Cols, 2012).
  • Relajación: Es una técnica indicada especialmente para personas con altos niveles de tensión, en este caso las personas como consecuencia de la pérdida de autonomía pueden presentar elevados niveles de ansiedad, ira, tristeza, frustración, entro otros trastornos que complican aún más la condición. Es por ello que con esta técnica el paciente puede aprender a tener control sobre su cuerpo disminuyendo los niveles de tensión obteniendo un estado tranquilidad física y mental (Castillo y Cols, 2012).

Adicional a ello, los avances de las técnicas en psicología han resultado altamente útiles para el abordaje de diversos trastornos, incluso de aquellos considerados exclusivos del profesional médico. Entre ellas se encuentra el biofeedback, es una de las técnicas de modificación de conducta, aplicada a los problemas mentales e intervención de los problemas físicos, que busca influir sobre los procesos involuntarios del cuerpo al recibir información fisiológica de un aparato electrónico que monitoriza continuamente determinados parámetros fisiológicos, con el fin de modificar la actividad fisiológica problemática y mejorar la calidad de vida del paciente (Carrobles, 2016).

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